La salud, como elemento inmanente al proceso vital humano, se encuentra en constante amenaza no sólo por aspectos externos a las personas, sino también por los diferentes procesos mentales de éstas y las múltiples afectaciones que las formas de relación y div ersas situaciones de la vida cotidiana les puede acarrear emocionalmente. 

No es posible pensar en una existencia digna sin involucrar la salud, la enfermedad y la muerte como parte de la vida misma y como componentes de la integralidad de los seres humano s. En tal sentido, la salud mental, mirada desde esta concepción de integralidad, se convierte en objeto de atención con acciones pedagógicas que contribuyan a su mantenimiento y que potencien cambios actitudinales que posibiliten la cualificación de las r elaciones e interacciones sociales, basadas en el respeto, la solidaridad y la salvaguarda de la dignidad como forma de vida. 

Al referirnos a acerca de la dignidad como forma de vida, se parte de ¿cómo me tratan los otros? , ¿cómo un acto de autorreflexión estoy en relación con los otros? estoy frente a mí mismo? y ¿cómo , vinculando de manera transversal la importancia de las relanos recuerda ciones con nosotros mismos, con las y los otros y con el entorno. En este sentido, Bieri (2017) que: 

Nuestra vida co mo seres pensantes, vivientes y obrantes es quebradiza y está siempre amenazada, tanto desde fuera como desde dentro. La forma de vida de la dignidad es el intento de mantener en jaque esta amenaza. Se trata de de modo autoconsciente nuestra vida siempre amenazada. 

La forma de vida de la dignidad no es, pues, una forma de vida respuesta existencial a la experiencia existencial de la amenaza.

Considerando las circunstancias de la vida actual, profundamente afectada por el Covid19, y ante la amenaza de contagio, se necesitan acciones de contención y prevención y el desarrollo de capacidades para enfrentar nuevas cotidianidades. En tal sentido, en el Trabajo Social se han generado estrategias pedagógicas profesionales para contrib uir a la activación de cambios actitudinales y al desarrollo de acciones reflexionadas para el mantenimiento, fortalecimiento y construcción de formas de relacionamiento humano que potencien nuevos aprendizajes para la convivencia familiar, grupal y comuni taria, afectadas por la emergencia sanitaria, con la prolongada permanencia de las personas en sus hogares y la imposibilidad de diferenciar los espacios y los tiempos para el desarrollo de actividades cotidianas como el empleo, el trabajo, el ocio, el san o esparcimiento, la formación académica, entre muchas otras; lo que lleva a constantes tensiones, renuncias y dificultades en la construcción de formas de relacionamiento y de interacción, mediadas por el respeto y el reconocimiento de la otra y el otro co mo ser integral, autónomo y con capacidad de actuar de acuerdo con sus propias convicciones.

Es así como surgió la iniciativa de generar la propuesta que se presenta en este boletín,  por considerar que es un aporte de la profesión para contribu ir al desa rrollo de acciones sistemáticas, organizadas e interdisciplinarias mediante las cuales se potencie la reflexión, la toma de conciencia para aceptar, sobrellevar y desarrollar nuevas posibilidades de relación e interacción humana, en las que se considere la importancia del diálogo, la negociación, el reconocimiento y la aceptación de las diversidades sociales, de las formas de actuar, ser, sentir y enfrentar las vicisitudes que nos impone Covid19, exig iéndonos cambios de rutinas y la resignif la pandemia de icación de acciones potenciadoras de la convivencia humana.